jueves, 18 de diciembre de 2008

Loco de atar

Días antes de asegurar que su revolución es "pacífica aunque no desarmada", el teniente coronel Chávez recorrió Rusia tratando de reeditar la Guerra Fría, lo peor del armamentismo y la violencia. Chávez mantiene que la economía venezolana ha crecido un 150% desde que está en el poder. En 1999, el petróleo se vendía a 12 dólares el barril; su precio ha aumentado un 900%, es decir, está a 120 dólares. Si tenemos en cuenta que la producción petrolera significa el 25% del producto venezolano, aun suponiendo que el resto de las actividades no crecieran nada el PIB de Venezuela debería haber aumentado un 225%.
Otro pilar de su popularidad es la supuesta "política social a favor de los pobres" y su prédica "antiimperialista". Pero lo que hace es concentrar el dinero en manos del Estado, dinero que pagan todos los ciudadanos, fundamentalmente los más pobres, por vía impositiva, inflacionaria y otras, para luego repartirlo (por medio de una ineficiente y corrupta burocracia) en la consolidación de su propia popularidad.
A través de PDVSA monopoliza toda la actividad petrolera y centraliza fondos que maneja arbitrariamente financiando las "misiones", 17 programas sociales creados a partir de 2003 que son pura demagogia. La realidad es que Chávez ha creado muchos pobres.
La "misión" supuestamente más exitosa reparte alimentos a través de Mercal, "mercados de alimentos", donde los precios son 40% más baratos que en los supermercados porque no pagan impuestos. Pero hasta los chavistas admiten que en Mercal la malversación de fondos, los sobornos, el clientelismo y la reventa en el mercado negro están a la orden del día. A ello se suma un terrible desabastecimiento de pollos, carne, huevos y leche que hoy son artículos de lujo en Venezuela. Paralelamente al desabastecimiento y a la inflación, aumenta la criminalidad como consecuencia de la desocupación y la miseria. Venezuela ocupa uno de los primeros lugares del mundo en muertes con armas de fuego, con más de 34 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes.
Según cálculos privados, PDVSA recibe unos 60.000 millones de dólares al año, que divididos entre 27 millones de habitantes tocarían a 2.222 a cada venezolano, o un promedio anual de 8.900 dólares a cada familia. Esto, sumado al resto de la producción no petrolera, debería haber acabado con la pobreza. Pero la realidad es todo lo contrario, ya que inclusive según cifras oficiales el 28,5% de los venezolanos sigue siendo muy pobre y la inflación en el precio de los alimentos alcanzó un nuevo récord, aumentando un 49,9% entre julio de 2007 y julio de 2008.Recientemente, Chávez pasó por Buenos Aires para juntarse con Lula y la presidente argentina para tratar de levantarle el ánimo a esta última, muy deprimida porque "los ricos no la dejan redistribuir entre los pobres". Pero ella se anima comprándose pequeñas cosas, como bolsos de 40.000 dólares. De paso por aquí, el teniente coronel nos recordó su viejo proyecto del Gasoducto del Sur, de Caracas a Buenos Aires, proyecto faraónico que, obviamente, nunca se hizo. Pero ahora habla de una Aerolínea del Sur, y más: "¿Ustedes conocen Europa? Allí uno puede tomar un tren en Lisboa y bajarse en Moscú. Llegaría el día en que tú te montes en un ferrocarril aquí en Buenos Aires y te bajes en Caracas", nos aseguró. En su próximo viaje a Buenos Aires quizás nos proponga un tren a la Luna, para lo cual debería contactar a la NASA o, preferiblemente, a algún buen psiquiatra.

© AIPE

Alejandro A. Tagliavini - Analista político argentino

lunes, 8 de diciembre de 2008

Premio Ortega y Gasset de Fotografía 2008

Este discurso fue pronunciado por Gervasio Sánchez el 7 de mayo último en el acto de recepción de los Premios Ortega y Gasset. Estaban presentes la vicepresidenta del gobierno, varios ministros y ex ministros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, el alcalde Madrid, el presidente del Senado y centenares de personas.
Sin embargo no fue publicado por El País ni por ningunos de los medios que patrocinan ese premio. Lean y sepan porqué.
Estimados miembros del jurado, señoras y señores:Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película 'Cuentos de la luna pálida' de Kenji Mizoguchi.Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.Muchas gracias.
GERVASIO SÁNCHEZ

martes, 29 de julio de 2008

Turismo lingüístico, qué extraño

Es ciertamente novedoso que el acoso al castellano dañe al turismo en aquellas comunidades autónomas bilingües. Leo que la CEOE se ha sumado a la alarma en palabras de Gonzalo Pascual, presidente de la Comisión de Turismo de la gran patronal, quien ha alertado “sobre los problemas que se están creando en las regiones con lenguas cooficiales en las que no se respeta el castellano y en las que los turistas se topan con letreros y todo tipo de indicaciones sólo en la lengua local”.

Los supuestos problemas se plantean en las Baleares y Catalunya, las dos comunidades hispánicas que, juntas, reciben más turistas que el resto de España. Para los impulsores del manifiesto por la Lengua Común, una campaña más para que todos seamos iguales, hablemos igual y tengamos un solo sentimiento de pertenencia, esta alarma de la Mesa del Turismo les debe satisfacer.

Todo sirve para alcanzar un objetivo que, a mi juicio, no es otro que colocar en segunda división la lengua que para muchos millones, yo mismo, es la principal y más importante que la castellana. Y lo digo sin ir contra de nada ni de nadie, con miles de artículos escritos en la lengua de Cervantes que también es mía pero no la única ni la que me enseñaron mis padres, el catalán, la que tuve que aprender a escribir de mayor, por mi cuenta, porque ni en la escuela ni en la universidad me la enseñaron.

Parece como si ser bilingüe sea un ejercicio intencionado de anti patriotismo. La realidad permite concluir que no hay nadie en Catalunya que no entienda, escriba, lea y hable en castellano. Los libros más leídos están escritos en castellano, los diarios en “lengua común” ganan por goleada y las audiencias de televisión y radio, también. ¿Dónde está el problema?

Sospecho que el problema es que hay que dejar bien claro que hay una “lengua grande” y otras “lenguas pequeñas”, como la que la burguesía catalana hablaba a las sirvientas que venían del pueblo para servir a los señores. Sostengo que no hay lenguas grandes ni pequeñas sino idiomas que expresan una carga de memoria singular, propia, que por muchas campañas que se organicen van a perdurar. La muerte de una lengua, grande o pequeña, es irreparable y disminuye las posibilidades creativas de la cultura universal.

La denuncia de la Mesa del Turismo puede sembrar el pánico en Shanghai, en Jerusalén, en Estambul o en Bangkok, donde millones de turistas transitan de un lugar a otro sin entender nada de nadie ni poder leer el significado de las señales de tráfico, de los diarios o de las televisiónes que se expresan en chino, hebreo, turco o tailandés.

No era consciente de la variante lingüística del turismo. Los cruceros que arrojan a más de tres millones de turistas de nivel alto en el puerto de Barcelona no dejarán de venir porque el castellano esté perseguido. Simplemente porque no es cierto.

En mi ciudad, Barcelona, se hablan casi doscientas lenguas. Un paseo por las Ramblas, a cualquier hora del día o de la noche, el catalán están en manifiesta minoría.

Lluís Foix (July 08)

lunes, 14 de julio de 2008

¿Se está planificando ya la III Guerra Mundial?

El escenario de la Tercera Guerra Mundial se escribió a mí entender hace décadas. Con dos Guerras Mundiales a nuestras espaldas, la Tercera se perfila comenzando con un ataque a Irak, Irán y/o Siria como la chispa que enciende un conflicto más amplio en Oriente Medio y posteriormente se globaliza. Una vez que Estados Unidos está firmemente asentado y rodeando la zona de Oriente Medio y países limítrofes, Corea del Norte atacaría Corea del Sur. Con las fuerzas militares americanas completamente al límite de su capacidad, China invadiría Taiwán y ello, por ejemplo, sería el comienzo de la Tercera Guerra.
Esos podrían ser perfectamente los primeros compases de la III Gran Guerra.
Sólo que la Tercera Guerra significaría la destrucción total del mundo tal y como lo conocemos.
Entendiendo la definición de Guerra Mundial como un conflicto armado donde un número significativo de potencias entran en juego, es evidente que ahora mismo ya, sin necesidad de hablar en el marco de teorías conspiracionistas, estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial, con un número muy alto de países con fuerzas militares desplazadas a las zonas de conflicto, que son muchas y están localizadas en múltiples puntos del mundo (bien es cierto, que estas operaciones siguen llamándose “misiones de paz” en la nueva-lengua del momento).
Además del análisis de la prensa internacional, y de otras señales que nos indican que estamos atravesando un momento crítico, hay otro indicativo de que algo se prepara:
La construcción de refugios nucleares e incluso ciudades subterráneas a prueba de radiación nuclear ha sido reportada en numerosas ocasiones.
A finales del 2007 se publicó en prensa la nota sobre la construcción en Israel de un nuevo “comando central” o refugio subterráneo para albergar la Oficina del primer Ministro en caso de ataque nuclear en la que el Estado de Israel invertirá en total 240 millones de dólares; su construcción se finalizará en el 2010.
Desde hace meses venimos asistiendo a una especie de juego de ping pong Irán versus Estados Unidos, Rusia versus la Unión Europea, y otros, como Israel o Irak como actores secundarios un conflicto internacional, con las armas nucleares en juego. En dicha contienda, política y mediática, por el momento, Rusia se ha posicionado frente a los países de la OTAN en este nuevo escenario y el conflicto se ha bipolarizado (recordemos, el eterno juego de “chicos buenos, chicos malos”).
Pero, dado que llevaban 15 años vendiéndonos a la nueva Rusia como un país “democrático” que ya no se encuentra al otro lado del telón de acero y es, claramente, una potencia aliada, un general nos dejó las cosas claras sobre ese particular recientemente:
El general Ruso Yury Baluyevsky dijo en conferencia de prensa de la Academia Militar de Ciencias de Moscú que “no tenemos intención de atacar a nadie, pero considero necesario que todos los socios entiendan claramente y que nadie tenga ninguna duda, de que Nuestras Fuerzas Armadas serán usadas para proteger la soberanía e integridad territorial de Rusia y sus aliados, incluyendo acciones preventivas, incluyendo el uso del armamento nuclear”.
Por otro lado, en los últimos años se está produciendo una clara proliferación de refugios anti-nucleares y la reacomodación de viejas instalaciones de este tipo por todo el mundo.
En Suiza, por ejemplo, existen 230.000 construcciones de este tipo, con capacidad para seis millones y medio de personas, prácticamente el total de su población.
En Suecia podrían asegurar la protección del 80% de sus habitantes con los siete millones de plazas que disponen. En este país, además, las empresas también disponen de refugios antiatómicos para sus trabajadores.
Noruega es otra nación donde la construcción de refugios resulta obligatoria. Cuenta con un millón y medio de plazas en refugios privados y 180.000 en públicos.
En Dinamarca existen dos millones y medio de plazas y Finlandia cuenta con la misma cifra. La única diferencia, en este caso, es que sus refugios se construyen bajo roca, lo que aumenta más si cabe su seguridad, pero también dispara su coste económico.
Rusia, por su parte, tiene `cubierta’ al 70% de su población, mientras que en Estados Unidos, antes de los ataques del 11S, ya se contabilizaban cien millones de plazas en estas construcciones.
En España existen alrededor de 500 refugios de seguridad. La mayoría se encuentra en viviendas privadas. Este tipo de construcciones están preparadas para soportar ataques nucleares, bacteriológicos o químicos. Podrían resistir una explosión nuclear del tipo de Hiroshima (10 kilotones) a 300 metros de distancia, o de un megatón (bomba de hidrógeno cien veces mayor que la anterior) a 1.200 metros.
Sin embargo, no más de 20.000 españoles estarían protegidos en caso de una amenaza de tal envergadura.
Sin embargo, la reina de las bases subterráneas se encuentra en Los Urales, Rusia, en La Montaña Mágica, Yamantau.
Esta es con diferencia, la estructura de este tipo más grande sobre la faz de la Tierra, de unos 400 km2 de superficie se lleva construyendo y ampliando durante los últimos 30 años.
Dos ciudades, Beloretsk 15 & 16 se han construido expresamente para alojar a los trabajadores y constructores de esta estructura megalítica que ha costado una enorme cantidad de billones de dólares al estado ruso (a sus contribuyentes, básicamente). Se dice que en Yamantau podrán alojarse varios millones de personas en caso de guerra nuclear, y desde luego, se trata de un proyecto secreto y tan importante como para no estar nunca en discusión, independientemente de los diferentes gobiernos que se han sucedido en ese país.
¿Emplearía un Estado, por más locos que estuviesen sus dirigentes, durante tantos años, tan enorme cantidad de recursos en un proyecto de construcción, del que no están obteniendo ningún rédito publicitario, ya que es secreto, si no supieran que será necesario en el futuro?
La Tercera Guerra Mundial con mucha probabilidad ocurrirá cuando Israel amplíe su cruzada contra sus enemigos árabes (parece que ahora mismo estamos en un momento realmente crítico de esa “cruzada”). Después, los acontecimientos se sucederán unos detrás de otros, hasta que la población, exhausta física, mental y emocionalmente, no pueda soportar un desastre tras otro. Entonces, cuando todos esos elementos se hayan desplegado sobre el tablero, el plan se pondrá en marcha.
Si tenemos en cuenta todos los signos, todas las señales de que algo marcha mal, peor de lo habitual, en este mundo, parece que estamos en las últimas fases de esta puesta en escena.



WordPress.com July 08

jueves, 19 de junio de 2008

Nuevo efecto subprime : Tent Cities‏

COMIENZAN A FLORECER EN CALIFORNIA

Nuevo efecto subprime: "Ciudades de tiendas de campaña" en EEUU


La crisis "supbirme" continúa haciendo estragos en EEUU. Si hace unos meses se vendían casas a 100 dólares e incluso se regalaban, ahora cientos de ciudadanos en este país han pasado a agruparse en pequeñas ciudades de tiendas de campaña. En algunas zonas de California han comenzado a florecer lo que denominan "tent cities", concentraciones de tiendas de campaña donde sobreviven centenares de personas sin techo. Muchas de ellas, consideran que es la única salida que les queda al embargo de su casa tras el estallido "subprime".

LD (Luis F. Quintero) Los embargos de viviendas continúan tiñendo de rojo el mapa de los Estados Unidos. La crisis de las hipotecas de alto riesgo, crisis "subprime" o "housing crash", está haciendo florecer un nuevo estilo de vida en todo el estado de California. En Ontario, se localiza uno de los asentamientos de tiendas de campaña o "tent cities" más grandes. En ella, decenas de "sin techo" tratan de sobrevivir tras quedarse sin casa. El fenómeno se repite en otras zonas de California como Sacramento aunque aún no ha recibido demasiada atención por parte de los medios de comunicación norteamericanos.

Según recogen algunos diarios regionales de California como Daily Bulletin, la concentración de personas sin hogar en Ontario se está convirtiendo en un asilo regional. Aún nadie sabe exactamente cuántos habitantes tiene esta pequeña ciudad de tiendas de campaña pero sigue creciendo y superando todas las expectativas. Las zonas sin edificar en la Avenida Cucamonga y la Calle Jefferson en Ontario ya están llenas de tiendas, campistas y refugios sin registrar. Las "tent cities" se están convirtiendo en la única alternativa que les queda a muchas de las familias cuyas viviendas han sido embargadas por la crísis de crédito e hipotecas basura que azota los EEUU.

Según el Alcalde de Ontario, Paul León, "está tomando vida propia, nunca pensamos que podría adquirir este tamaño tan rápido". La zona campista al oeste del Aeropuerto, comenzó a formarse en julio de 2007 como asilo para gente sin hogar. En las últimas semanas, han llegado cerca de 400 personas de todos los rincones de la región.

Uno de los residentes de esta "tent city" en Ontario asegura que está "creciendo y creciendo desde los últimos cuatro meses y no he visto a nadie que se marche". Este residente, llamado Carlos Villalobos, ha señalado que este campamento se ha hecho tan popular porque la policía deja a la gente allí sola cuando lo normal es que no deje que los sin techo duerman en las calles. Además, la ciudad también proporciona agua, aseos y recoge la basura. Las iglesias, a su vez, proporcionan alimento.

Pese a que algunas de las personas que viven en este asentamiento lo consideran algo fabuloso, muchos están preocupados por su situación. Uno de ellos señala que es necesario hacer algo porque la "ciudad de tiendas de campaña" no puede ser la solución al problema. Temen brotes de enfermedades o violencia.

"¡Esto es un campo de concentración!"

La policía ha marcado con colores a los residentes en Ontario para controlar la gente que puede qeudarse y la que ha de marcharse del asentamiento. Los funcionarios han comenzado a comunicar a los sin techo de Ontario que la ciudad sólo puede proporcionar espacio para quienes puedan demostrar que una vez vivieron allí.

Docenas de policías de la ciudad y oficiales de ejecución, han bajado al campamento y separan a aquellos que podrían quedarse de aquellos que tendrán que partir. La muchedumbre se agolpa en filas detrás de los controles policiales. En ellos, los agentes reparten diferentes códigos de colores con los que marcan los puños de los campistas. El azul quiere decir que eran de Ontario y pueden permanecer. El color naranja diferencia a quienes tienen que proporcionar más pruebas para evitar el desahucio y el blanco, para aquellos que tienen una semana para abandonar el campamento.

Algunos de los campistas marcados aborrecen la medida. Pattie Barnes, una mujer de 47años que tiene su campamento remolcado desde la pasada semana a las afueras del asentamiento había entrado en cólera al hablar con los periodistas: "Nos marcan porque no tenemos techo, esto parece un campo de concentración".

Prohibidos los perros

Además, la policía ha establecido determinadas reglas y ha remolcado una veintena de tiendas de campaña fuera de la "tent city". Entre las normas de seguridad que se han establecido incluye la prohibición de tener animales domésticos ante la amenaza de mordeduras de perro y el posible brote de enfermedades entre los animales.

La medida contra la tenencia de mascotas ha provocado que se extienda la cólera y las lágrimas desde el pasado lunes. Algunas de las personas sin hogar, aseguraban que no podían imaginarse la vida sin sus perros. Muchos tienen incluso tres o cuatro y juraron que dejarían antes la ciudad-acampada, antes que abandonar a sus mascotas.

Borja Juez
www.keepontravelking.blogspot.com

miércoles, 4 de junio de 2008

Crisis alimentaria: regresa el holocausto olvidado

Hace 60 años, en India, una hambruna mató a 6 millones de personas en las provincias de Bihar, Orissa y Assam bajo la férrea ocupación colonial inglesa. En 1943 el precio del arroz comenzó a incrementarse y en unos cuantos meses se cuadruplicó. Para 1945, 4 millones de personas habían perecido de hambre por el alto precio de los alimentos.
La historia económica de Bengala revela que mantuvo durante mucho tiempo un sistema productivo robusto, basado en la agrobiodiversidad, que exportaba excedentes y aseguraba alimentos para la población entera. Pero llegó la administración colonial inglesa y barrió con todo. En efecto, la hambruna fue provocada por la rapacidad de la Compañía de Indias y el cinismo del imperio inglés. Al amparo de sus políticas, se incautaron cosechas, se impulsaron las exportaciones para “no distorsionar los flujos de comercio” y se restringieron las importaciones por razones estratégicas. Para colmo, el avance japonés en el sudeste asiático y la ocupación de Birmania (Myanmar) convencieron a los ingleses de que los recursos de Bengala no podían caer en manos enemigas y aplicaron una política de tierra rasada que destruyó lo que quedaba de la agricultura campesina.
Las lecciones de ésta y otras hambrunas son relevantes para entender la crisis alimentaria mundial. La primera enseñanza es que el planeta es rico en biodiversidad y en recursos productivos. Pero hoy sólo 12 cultivos y 14 especies animales constituyen 80 por ciento de la oferta mundial de alimentos. La tendencia al monocultivo es uno de los principales peligros para la humanidad: la destrucción de agrobiodiversidad y la erosión de recursos genéticos son una catástrofe silenciosa que en el futuro provocará crisis frente a las que la hambruna de Bengala parecerá un picnic.
En el último siglo se ha ignorado este principio: la riqueza de la biodiversidad es la clave para enfrentar riesgos en el campo. Por eso la agrobiodiversidad es el mejor amigo de millones de productores independientes del mundo. Pero para la agricultura capitalista los sistemas de policultivo no son ideales para la rentabilidad, en parte porque son más intensivos en trabajo. En el espacio de la contabilidad capitalista, la homogeneidad y la tediosa uniformidad del monocultivo son esenciales.
La segunda lección es que los canales de comercialización, las agencias de intervención pública y una estructura saludable para la producción con pequeños productores independientes son los tres pilares para mantener un régimen de producción agrícola saludable. En Bengala esa tríada fue destruida con consecuencias catastróficas.
Desde 1982 los programas de ajuste y reformas estructurales dictados por los sabios del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio han perseguido los mismos objetivos que tuvo el régimen colonial inglés en India. Primero, destruir las bases de la producción de alimentos para “explotar las ventajas comparativas”. Segundo, perturbar las redes locales de comercialización para entregarlas a grandes conglomerados trasnacionales. Tercero, eliminar la intervención de agencias públicas que anteriormente permitía estabilizar precios mediante la administración de inventarios. El objetivo es claro: entregar el mercado mundial de alimentos a unos cuantos conglomerados trasnacionales. Hoy el saldo de la globalización es que 850 millones de personas están en peligro de morir de hambre, un holocausto que empequeñece al de Bengala hace 60 años.
Bajo los auspicios de Naciones Unidas se lleva a cabo en Roma una cumbre de jefes de Estado para analizar la crisis alimentaria. Mientras se reúnen, continúa la destrucción de la agricultura mundial. La pérdida de recursos genéticos se acelera con los monocultivos comerciales a nivel planetario. Los oligopolios en el mercado de semillas y productos agrícolas obtienen ganancias obscenas, pero Pascal Lamy hace llamados para concluir la Ronda Doha, como si la OMC no tuviera responsabilidad en el desastre. Y la aportación del Banco Mundial y las Fundaciones Rockefeller y Bill Gates es promover más de lo mismo en África. Mientras tanto, los grupos corporativos que dominan el comercio agrícola en el mundo se protegen en el mercado de futuros de Chicago, presionando todavía más los precios al alza.
Los participantes en la cumbre de Roma deben tomar en cuenta las lecciones de la historia. El enemigo es uno de los invitados de honor en su misma sala de juntas.
Alejandro Nadal
La Jornada (México)

miércoles, 28 de mayo de 2008

ONU - Food for Dictators


ONU – Myanmar

R2P (Responsibility to Protect) es un principio establecido por la comunidad internacional, actuando a través de la ONU, que permite tomar medidas contra las naciones que “manifiesten no pueden proteger a sus poblaciones contra genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes contra la humanidad”.

Esta doctrina, adoptada durante una cumbre de la ONU en 2005, es hoy día un argumento incuestionable para denunciar abiertamente que la comunidad internacional no está utilizando todas las herramientas a su alcance para abastecer a los más de dos millones de birmanos afectados por el ciclón Nigris.

Actualmente, y a raíz del mezquino y cruel comportamiento mostrado por la Junta hacia sus habitantes, la Naciones Unidas estarían autorizadas a intervenir en Birmania, pero como ya sucedió en otras ocasiones y como si de un contrato basura de telefonía móvil se tratara, hay una llamada letra pequeña en esa R2P establecida en 2005 que requiere de la aprobación de China (China tiene derecho a veto como miembro permanente del Consejo) que como no podía ser de otro modo, ha rechazado cualquier incursión en territorio birmano.

Así pues, nos encontramos ante un órgano regulador internacional incapaz de proteger al mundo de atrocidades como las que se están perpetrando actualmente en Birmania. Otros países del mundo como Camboya, Rwanda, o el olvidado Sudan, han sido victimas de la total inoperancia de la ONU en momentos donde su presencia era crucial.

La ONU, una vez más, ha demostrado su crónica negligencia ante escenarios de esta magnitud y que tragedias como las de Birmania pasaran a la historia mas por la desasistencia del actual régimen que por el mal hacer del poder occidental.



by Borja Juez

http://www.keepontravelking.blogspot.com/

jueves, 22 de mayo de 2008

Darfur (Sudán)

¿Indiferencia estrepitosa?

El conflicto de Darfur no es nuevo. La disputa entre "africanos" y "árabes" data de antes de que Europa se abalanzara en el continente para repartirse sus territorios en forma de colonias.

Los "árabes", que en realidad eran, en gran parte, musulmanes de habla suahili provenientes del este de África, no sólo tuvieron el monopolio del tráfico de esclavos en grandes porciones del continente, sino que en su momento fueron aliados de los poderes coloniales.

(La crisis humanitaria en Darfur está matando a los más débiles.)

En su versión moderna, sin embargo, la complicidad colonial ha dado paso a la indiferencia más sonora.

Ahora la Organización de Naciones Unidas habla de 300.000 muertos, como resultado de los ataques de las milicias pro-árabes Janjaweed, que presuntamente reciben el respaldo del gobierno de Jartum.

Esta cifra supera en 50% el número de víctimas que había estimado la Organización Mundial de la Salud.

Quienes han dejado la vida en los campos de la muerte de esa región en el este de Sudán -que hace frontera con Chad y la República Centroafricana- han caído en los enfrentamientos entre Janjaweed y la resistencia "africana", o han muerto como resultado de las enfermedades y la malnutrición.

Genocidio

Y es que se estima que la versión moderna de este conflicto ha provocado además el desplazamientro de al menos dos millones de personas, gran parte de las cuales son mujeres y niños.

Pese a ello, no parece haber una respuesta coherente o medianamente efectiva.
(Las milicias "árabes" han sido acusadas de violar a mujeres que huyen de la violencia.)
Dimes y diretes

Un año después de comenzar el conflicto, en 2004, el entonces Secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, dijo ante el congreso de su país que lo que estaba ocurriendo en Darfur era un "genocidio".

Luego de esta declaración, Powell refirió el caso al Consejo de Seguridad de la ONU que, de aceptar la definición del Secretario de Estado estadounidense, debió aplicar la Convención para la Prevención y el Castigo al Crimen de Genocidio de 1948. Pero nada ocurrió.

Ese mismo año, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que declaraba que Darfur era escenario de algo "equivalente al genocidio", evitando el término "genocidio" como definición.

Esta diferenciación en apariencia semántica es más seria. Al no aplicar el concepto de genocidio, ningún país signatario de la Convención tiene la obligación de aplicarla.

Inacción

A nivel de países individuales, la retórica de la denuncia no se traducía en acciones concretas.
A la propuesta del jefe de las fuerzas armadas británicas de enviar un contingente para evitar las matanzas, se oponía el hoy ex-primer ministro, Tony Blair, quien sin embargo denunciaba de palabra lo que ocurría en Darfur.

Lo mismo sucede con el actual gobierno británico, cuyas obligaciones bélicas en Irak y Afganistán harían logísticamente difícil una intervención en Darfur.

Los demás países europeos adoptaron una actitud similar.

La tarea de evitar que sigan las masacres ha sido entregada a las manos temblorosas de la Unión Africana (UA) y un pequeño contingente de la ONU.

Pero esta alianza de países tiene más buena voluntad que recursos, para actuar en una región de casi medio millón de kilómetros cuadrados.

Las tropas de la UA han sido incapaces de evitar las incursiones de las milicias, que merodean en las afueras de los frágiles campos de refugiados.

Lo que se ha querido hacer, en cambio, es ejercer presión diplomática en el gobierno de Jartum, que se niega a escuchar a Occidente.

China

Y es aquí donde China se ha convertido en una especie de reticente Caballo de Troya diplomático.

El gigante asiático le compra a Sudán 500.000 barriles de petróleo diarios.

En 2007, China importó US$2.000 millones en bienes y servicios y se sabe que este país es el principal proveedor de armas de Sudán.

Desde un primer momento, el gobierno de Pekín se ha asegurado que, en sus tratos con los gobiernos de la región, la "interferencia" política no sería una obstáculo para hacer negocios.

Pero ahora Occidente está presionando a Pekín para que influya en Sudán.

China, que en un momento dado ignoró ese pedido, ha decidido ahora negociar con Jartum.

Y no fue la coacción de la comunidad internacional, sino hechos como la renuncia del director de cine estadounidense, Steven Spielberg, a la jefatura artística de los Juegos Olímpicos de Pekín, lo que rompió la resistencia china.

Actualmente la ayuda humanitaria que llega, aunque a cuentagotas, ha salvado vidas.

Pero la huída de miles de personas a las vecinas Chad y la República Centroafricana, dos países que no se distinguen por su estabilidad interna, le añaden un elemento más a la tragedia de una región que en el siglo XVII fue un reino orgulloso que se extendió hasta la orilla izquierda del Nilo.

Mientras tanto, los muertos siguen engordando a las estadísticas, ante el silencio ensordecedor de los demás.

Javier Farje
BBC Mundo

viernes, 16 de mayo de 2008

jueves, 15 de mayo de 2008

Freakonomics

How Pure Is Your Altruism?

By Stephen J. Dubner

We’ve had a lot of conversations on this blog about charitable contributions. For instance: where people like to give, and why; how a young philanthropist should disburse $70 million; whether to give to a street beggar, a hot dog vendor, or neither. So let’s start one more conversation on the subject.
There have been a pair of huge natural disasters in the past two weeks: a cyclone in Myanmar and and an earthquake in China, each of which have killed tens of thousands of people.
Have you written a check yet to donate to either cause? I seriously doubt it.
Why do I say that? Before looking at these recent tragedies, first consider the following three natural disasters from a few years ago, listed along with number of fatalities and amount of U.S. individual charitable donations (according to Giving U.S.A.):
1. Asian Tsunami (Dec. 2004)
220,000 deaths
$1.92 billion
2. Hurricane Katrina (Aug. 2005)
1,577 deaths
$5.3 billion
3. Pakistan Earthquake (Oct. 2005)
73,000 deaths
$0.15 billion ($150 million)
Americans gave nearly three times as much money after Hurricane Katrina as they did after the Asian tsunami, even though the tsunami killed many, many more people. But this makes sense, right? Katrina was an American disaster.
Then along comes a terrible earthquake in Pakistan, killing 73,000 people, and U.S. contributions are only $150 million, making the $1.92 billion given after the tsunami look very, very generous. That’s only about $2,054 per fatality in Pakistan, versus an approximate $8,727 per fatality for the tsunami. Two far-away disasters both with huge loss of life — but with a huge disparity in U.S. giving. Why?
There are probably a lot of explanations, among them:
1. Disaster fatigue caused by Katrina and the tsunami; and
2. Lack of media coverage.
Do you remember coverage of the Asian tsunami? I am guessing you do, especially because in addition to hitting poor areas, it also struck high-profile resorts like Phuket. Do you remember coverage of Hurricane Katrina? Of course. But what about the Pakistan earthquake? Personally, I remember reading a couple of brief newspaper items but I didn’t happen to see any coverage on TV.
Consider the recent paper “Media Coverage and Charitable Giving After the 2004 Tsunami,” by Philip H. Brown and Jessica H. Minty. Here’s their rather startling — if sensible — conclusion:
Using Internet donations after the 2004 tsunami as a case study, we show that media coverage of disasters has a dramatic impact on donations to relief agencies, with an additional minute of nightly news coverage increasing donations by 0.036 standard deviations from the mean, or 13.2 percent of the average daily donation for the typical relief agency. Similarly, an additional 700-word story in The New York Times or Wall Street Journal raises donations by 18.2 percent of the daily average. These results are robust to controls for the timing of news coverage and tax considerations.
And what causes one disaster to get a lot of coverage while another doesn’t? Again, there are probably a lot of factors, foremost among them the nature of the disaster (i.e., how dramatic/telegenic is it?) and location. Getting back to the recent disasters in Myanmar and China, I’d say there are a few other things worth considering:
1. We are in a season of heavy political coverage in the U.S., which is hard to dislodge from the airwaves.
2. Covering far-away disasters is time-consuming and expensive, which becomes doubly prohibitive when media outlets are in cost-cutting mode.
3. Neither Myanmar nor China (nor Pakistan) have what one would consider a very high Q Score among Americans. I am guessing that most Americans couldn’t find Myanmar on a map, and if they have any impressions about the country at all, they are not good impressions (think “military junta”).
Indeed, donations to Myanmar so far are very low. Considering how unevenly disaster aid is often distributed, maybe this isn’t so terrible. But still: if you are the kind of person who donates money to people in need, isn’t the family of a cyclone victim in Myanmar as worthy of your charity as anyone else? The political or narrative forces of a disaster shouldn’t change our response to the need, should they?
We might like to think that we donate almost blindly, depending on need rather than our own response to the particulars of a disaster. But the growing economics literature on charitable donations shows that isn’t the case.
In a narrow but very compelling piece of research, John List argued that if you are trying to solicit donations door-to-door, the single best thing you can do to get large donations is to be an attractive blond woman.
I thought of this research when the N.F.L. was raising money in a weekend telethon after Hurricane Katrina. Between games and during halftimes, the league had star players manning the phones; in the end, the money the league raised was relatively very, very low. They probably would have done a lot better if they had used cheerleaders to solicit donations instead of the players.
So given the particulars of the disasters in Myanmar and China, as tragic as they are, I feel pretty confident in predicting that U.S. charitable contributions in each case won’t be very large. (One surprising upside may, however, emerge for China: activists from the U.S. and elsewhere who’ve been urging an Olympic boycott may find it harder to stir up anger against a country that will still be in mass mourning.)
It may be that the only kind of altruism that truly exists is what economists like to call “impure altruism.” (This is a subject we’ll be writing about at some length in SuperFreakonomics.) Does this mean that human beings are shallow and selfish — that they only give to a cause when it is attractive to them on some level? Will the future produce some sort of “disaster marketing” movement in which aid agencies learn to appeal to potential contributors?
[Note: I’ll be speaking more about this subject tomorrow (Wed., May 14), at about 6:15 a.m. EDT on the new public-radio show The Takeaway.]

miércoles, 14 de mayo de 2008

Myanmar - Cyclone Nigris

Myanmar

La miseria humana y moral de la dictadura de Birmania hiela el alma a cualquiera. Un cataclismo de esta magnitud, con miles de muertos, cadáveres putrefactos bajo el fango, casas y templos destruidos, tierras inundadas, millones de personas confusas y desorientadas, son el sello del insoportable sufrimiento al que esta expuesto el pueblo Birmano.

Si, además, añadimos que las ayudas del exterior llegan con cuentagotas debido al creciente temor de los dictadores a una nueva contaminación ideológica y los pocos escrúpulos mostrados por la Junta Militar de Birmania al mantener el referéndum, lo convierten en un escenario indecente e insoportable.

Estamos ante una catástrofe sin precedentes donde miles de familias han perdido lo poco que tenían y aun así, las ayudas internacionales de agencias de la ONU siguen sin poder acceder al país. Kilos y más kilos de ayuda humanitaria esperan en la frontera con Tailandia para poder ser suministrados al pueblo birmano.

Actualmente, en Birmania, hay más de 41.000 desaparecidos y según fuentes internacionales y ONGs, la cantidad de desplazados podría multiplicarse hasta el millón y medio. Estos desplazados deambulan por el sur del país sin hogar y en precarias condiciones corriendo el riesgo de sumarse a las más de cien mil victimas estimadas hasta el momento.

Realmente es difícil de describir la perversidad del régimen que en plena tragedia nacional, donde mas del 30% del país a quedado afectado, con cientos de miles de compatriotas sin casas, ni comida, no tiene reparos en celebrar un referéndum para, solo así, poder cosechar una infame mayoría absoluta.

by Borja Juez

martes, 11 de marzo de 2008