martes, 29 de julio de 2008

Turismo lingüístico, qué extraño

Es ciertamente novedoso que el acoso al castellano dañe al turismo en aquellas comunidades autónomas bilingües. Leo que la CEOE se ha sumado a la alarma en palabras de Gonzalo Pascual, presidente de la Comisión de Turismo de la gran patronal, quien ha alertado “sobre los problemas que se están creando en las regiones con lenguas cooficiales en las que no se respeta el castellano y en las que los turistas se topan con letreros y todo tipo de indicaciones sólo en la lengua local”.

Los supuestos problemas se plantean en las Baleares y Catalunya, las dos comunidades hispánicas que, juntas, reciben más turistas que el resto de España. Para los impulsores del manifiesto por la Lengua Común, una campaña más para que todos seamos iguales, hablemos igual y tengamos un solo sentimiento de pertenencia, esta alarma de la Mesa del Turismo les debe satisfacer.

Todo sirve para alcanzar un objetivo que, a mi juicio, no es otro que colocar en segunda división la lengua que para muchos millones, yo mismo, es la principal y más importante que la castellana. Y lo digo sin ir contra de nada ni de nadie, con miles de artículos escritos en la lengua de Cervantes que también es mía pero no la única ni la que me enseñaron mis padres, el catalán, la que tuve que aprender a escribir de mayor, por mi cuenta, porque ni en la escuela ni en la universidad me la enseñaron.

Parece como si ser bilingüe sea un ejercicio intencionado de anti patriotismo. La realidad permite concluir que no hay nadie en Catalunya que no entienda, escriba, lea y hable en castellano. Los libros más leídos están escritos en castellano, los diarios en “lengua común” ganan por goleada y las audiencias de televisión y radio, también. ¿Dónde está el problema?

Sospecho que el problema es que hay que dejar bien claro que hay una “lengua grande” y otras “lenguas pequeñas”, como la que la burguesía catalana hablaba a las sirvientas que venían del pueblo para servir a los señores. Sostengo que no hay lenguas grandes ni pequeñas sino idiomas que expresan una carga de memoria singular, propia, que por muchas campañas que se organicen van a perdurar. La muerte de una lengua, grande o pequeña, es irreparable y disminuye las posibilidades creativas de la cultura universal.

La denuncia de la Mesa del Turismo puede sembrar el pánico en Shanghai, en Jerusalén, en Estambul o en Bangkok, donde millones de turistas transitan de un lugar a otro sin entender nada de nadie ni poder leer el significado de las señales de tráfico, de los diarios o de las televisiónes que se expresan en chino, hebreo, turco o tailandés.

No era consciente de la variante lingüística del turismo. Los cruceros que arrojan a más de tres millones de turistas de nivel alto en el puerto de Barcelona no dejarán de venir porque el castellano esté perseguido. Simplemente porque no es cierto.

En mi ciudad, Barcelona, se hablan casi doscientas lenguas. Un paseo por las Ramblas, a cualquier hora del día o de la noche, el catalán están en manifiesta minoría.

Lluís Foix (July 08)

lunes, 14 de julio de 2008

¿Se está planificando ya la III Guerra Mundial?

El escenario de la Tercera Guerra Mundial se escribió a mí entender hace décadas. Con dos Guerras Mundiales a nuestras espaldas, la Tercera se perfila comenzando con un ataque a Irak, Irán y/o Siria como la chispa que enciende un conflicto más amplio en Oriente Medio y posteriormente se globaliza. Una vez que Estados Unidos está firmemente asentado y rodeando la zona de Oriente Medio y países limítrofes, Corea del Norte atacaría Corea del Sur. Con las fuerzas militares americanas completamente al límite de su capacidad, China invadiría Taiwán y ello, por ejemplo, sería el comienzo de la Tercera Guerra.
Esos podrían ser perfectamente los primeros compases de la III Gran Guerra.
Sólo que la Tercera Guerra significaría la destrucción total del mundo tal y como lo conocemos.
Entendiendo la definición de Guerra Mundial como un conflicto armado donde un número significativo de potencias entran en juego, es evidente que ahora mismo ya, sin necesidad de hablar en el marco de teorías conspiracionistas, estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial, con un número muy alto de países con fuerzas militares desplazadas a las zonas de conflicto, que son muchas y están localizadas en múltiples puntos del mundo (bien es cierto, que estas operaciones siguen llamándose “misiones de paz” en la nueva-lengua del momento).
Además del análisis de la prensa internacional, y de otras señales que nos indican que estamos atravesando un momento crítico, hay otro indicativo de que algo se prepara:
La construcción de refugios nucleares e incluso ciudades subterráneas a prueba de radiación nuclear ha sido reportada en numerosas ocasiones.
A finales del 2007 se publicó en prensa la nota sobre la construcción en Israel de un nuevo “comando central” o refugio subterráneo para albergar la Oficina del primer Ministro en caso de ataque nuclear en la que el Estado de Israel invertirá en total 240 millones de dólares; su construcción se finalizará en el 2010.
Desde hace meses venimos asistiendo a una especie de juego de ping pong Irán versus Estados Unidos, Rusia versus la Unión Europea, y otros, como Israel o Irak como actores secundarios un conflicto internacional, con las armas nucleares en juego. En dicha contienda, política y mediática, por el momento, Rusia se ha posicionado frente a los países de la OTAN en este nuevo escenario y el conflicto se ha bipolarizado (recordemos, el eterno juego de “chicos buenos, chicos malos”).
Pero, dado que llevaban 15 años vendiéndonos a la nueva Rusia como un país “democrático” que ya no se encuentra al otro lado del telón de acero y es, claramente, una potencia aliada, un general nos dejó las cosas claras sobre ese particular recientemente:
El general Ruso Yury Baluyevsky dijo en conferencia de prensa de la Academia Militar de Ciencias de Moscú que “no tenemos intención de atacar a nadie, pero considero necesario que todos los socios entiendan claramente y que nadie tenga ninguna duda, de que Nuestras Fuerzas Armadas serán usadas para proteger la soberanía e integridad territorial de Rusia y sus aliados, incluyendo acciones preventivas, incluyendo el uso del armamento nuclear”.
Por otro lado, en los últimos años se está produciendo una clara proliferación de refugios anti-nucleares y la reacomodación de viejas instalaciones de este tipo por todo el mundo.
En Suiza, por ejemplo, existen 230.000 construcciones de este tipo, con capacidad para seis millones y medio de personas, prácticamente el total de su población.
En Suecia podrían asegurar la protección del 80% de sus habitantes con los siete millones de plazas que disponen. En este país, además, las empresas también disponen de refugios antiatómicos para sus trabajadores.
Noruega es otra nación donde la construcción de refugios resulta obligatoria. Cuenta con un millón y medio de plazas en refugios privados y 180.000 en públicos.
En Dinamarca existen dos millones y medio de plazas y Finlandia cuenta con la misma cifra. La única diferencia, en este caso, es que sus refugios se construyen bajo roca, lo que aumenta más si cabe su seguridad, pero también dispara su coste económico.
Rusia, por su parte, tiene `cubierta’ al 70% de su población, mientras que en Estados Unidos, antes de los ataques del 11S, ya se contabilizaban cien millones de plazas en estas construcciones.
En España existen alrededor de 500 refugios de seguridad. La mayoría se encuentra en viviendas privadas. Este tipo de construcciones están preparadas para soportar ataques nucleares, bacteriológicos o químicos. Podrían resistir una explosión nuclear del tipo de Hiroshima (10 kilotones) a 300 metros de distancia, o de un megatón (bomba de hidrógeno cien veces mayor que la anterior) a 1.200 metros.
Sin embargo, no más de 20.000 españoles estarían protegidos en caso de una amenaza de tal envergadura.
Sin embargo, la reina de las bases subterráneas se encuentra en Los Urales, Rusia, en La Montaña Mágica, Yamantau.
Esta es con diferencia, la estructura de este tipo más grande sobre la faz de la Tierra, de unos 400 km2 de superficie se lleva construyendo y ampliando durante los últimos 30 años.
Dos ciudades, Beloretsk 15 & 16 se han construido expresamente para alojar a los trabajadores y constructores de esta estructura megalítica que ha costado una enorme cantidad de billones de dólares al estado ruso (a sus contribuyentes, básicamente). Se dice que en Yamantau podrán alojarse varios millones de personas en caso de guerra nuclear, y desde luego, se trata de un proyecto secreto y tan importante como para no estar nunca en discusión, independientemente de los diferentes gobiernos que se han sucedido en ese país.
¿Emplearía un Estado, por más locos que estuviesen sus dirigentes, durante tantos años, tan enorme cantidad de recursos en un proyecto de construcción, del que no están obteniendo ningún rédito publicitario, ya que es secreto, si no supieran que será necesario en el futuro?
La Tercera Guerra Mundial con mucha probabilidad ocurrirá cuando Israel amplíe su cruzada contra sus enemigos árabes (parece que ahora mismo estamos en un momento realmente crítico de esa “cruzada”). Después, los acontecimientos se sucederán unos detrás de otros, hasta que la población, exhausta física, mental y emocionalmente, no pueda soportar un desastre tras otro. Entonces, cuando todos esos elementos se hayan desplegado sobre el tablero, el plan se pondrá en marcha.
Si tenemos en cuenta todos los signos, todas las señales de que algo marcha mal, peor de lo habitual, en este mundo, parece que estamos en las últimas fases de esta puesta en escena.



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